Desde hace más de 25 años la narrativa de la población, la información obtenida de diversos reportes y proyectos de investigación, así como por varios intentos legislativos para atender el caso, que varios municipios de la Región Oriente de Michoacán presentan alta incidencia y prevalencia de enfermos crónico renales (ERC). Aunque la Enfermedad Renal Crónica ha sido bien identificada por ser una de las consecuencias asociadas a un proceso degenerativo or diabetes mellitus e hipertensión arterial, principalmente, existe otro porcentaje que no tiene causas atribuibles y que afecta principalmente a pacientes jóvenes.
Este padecimiento cuyas causas que lo originan son desconocidas, se le denomina Enfermedad Renal Crónica de Etiología no Determinada (ERCEND). Las causas de la ERCEND son atribuibles a factores ambientales tales como metales pesados, pesticidas de varios tipos, o micotoxinas, todo son compuestos potencialmente tóxicos. La procedencia y origen de una posible contaminación ambiental no ha sido determinada y hasta el momento ha sido pobremente estudiada.
Aunque la incidencia y prevalencia de la ERC en la Región Oriente de Michoacán, como en todo el país, no está bien soportada por datos estadísticos, existen evidencias suficientes que muestran que más del 46% de los enfermos representan un rango atípico de edad puesto que son menores a 30 años o incluso de edades más jóvenes, encontrándose hasta niños con edades entre 3 y 4 años. También se ha identificado una tasa anómala de aumento de enfermos, señalando una región de emergencia sanitaria y ambiental que no ha sido atendida. La incidencia de enfermos crónicos renales coincide espacialmente con el entorno del campo Geotérmico de Los Azufres o Sierra de San Andrés.
Si bien existía cierto consenso de que la exploración y la actividad productiva de un campo geotérmico no representan un impacto ambiental significativo, un estudio reciente realizado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, demuestra que existen claros indicios de pérdidas de emisiones de gas, líquido y manejo de residuos tóxicos que podrían estar asociados a un impacto ambiental. Por otro lado, con base en un cuestionario aplicado en la región de San Pedro Jácuaro, se muestra que la percepción de la población sugiere que la aparición y aumento de los enfermos coincide con el inicio y aumento de la extracción y del potencial de operación de la planta geotérmica (Corona-Chávez et al., 2022).
Debido a los hallazgos del estudio y al número de pacientes renales de la zona se plantea este proyecto que contará con tres equipos de trabajo que abarcarán las siguientes áreas:
Diagnóstico en toxicología y salud
Diagnóstico hidrogeoquímico y medio ambiente
Diagnóstico psicosocial y comunitario.
Se concentrará el estudio en dos municipios piloto: Hidalgo y Zinapécuaro, aunque también se realizarán actividades de diagnóstico e incidencia en los municipios de Maravatío, Senguio, Irimbo, Áporo, Tuxpan, Zitácuaro, Jungapeo y Queréndaro.