Son dos órganos retroperitoneales que pesan alrededor de 150 gramos y tienen forma de frijol. Se sitúan uno a cada lado de la columna vertebral. Cada riñón mide de 10 a 12 cm de longitud, 5 a 6 cm de ancho y 2.5 cm de espesor. La unidad anatómica y funcional del riñón es la nefrona, está compuesta por más de 1 millón de unidades, que lo dividen en dos partes:
Glomérulo: líquido y partículas de la sangre se filtran a través de la membrana dentro de la cápsula de Bowman.
Sistema de túbulos: sistema responsable de los procesos de reabsorción y secreción, en los cuales el ultrafiltrado se modifica para la formación de la orina.
Las funciones básicas del riñón se dividen en cuatro grupos:
Eliminación de productos de desecho del metabolismo nitrogenado: creatinina, urea, ácido úrico.
Regulación del equilibrio hidroelectrolítico: normaliza el volumen plasmático, la tonicidad, natremia, potasio, calcio, fósforo y magnesio.
Regulación del equilibrio ácido-base.
Normalización hormonal: formación de eritropoyetina, 1.25.
Para cuidar de tus riñones debes seguir 10 acciones:
Tener una dieta balanceada/saludable
Disminuye el consumo de alimentos ultra procesados
Aumenta el consumo de agua natural
Modera el consumo de sal
Realiza al menos 30 minutos de actividad física
Evita el consumo de bebidas alcohólicas
Evita fumar
Realiza análisis de sangre y orina de forma periódica
Mide tu presión arterial
Evita automedicarte
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) se define como la presencia de alteraciones en la estructura o la función renal que persiste más de tres meses, con o sin deterioro de la función renal; o una tasa de filtrado glomerular (TFG) por debajo de 60/ml/min/1.73m2 durante al menos tres meses (Osuna, 2016; Sellarés, 2020). La Kidney Disease Improved Global Outcomes (KDIGO) clasifica a la enfermedad renal crónica en cinco estadios en función de los valores de la TFG y la albuminuria. Se han descrito cuatro fases de la patología renal crónica:
Se caracteriza por la disminución en las reservas renales. Las funciones renales excretoras y reguladoras permanecen estables y el único cambio observado es una reducción del aclaramiento de creatinina.
Comienza la enfermedad renal crónica, con una caída del aclaramiento de creatinina a menos de 50mL/min/1.73m 2 y se desarrolla azotemia (elevación de la urea y de otros productos proteínicos de la sangre).
El aclaramiento de la creatinina oscila entre 10 y 15 mL/min o menos, correspondientes a creatinina sérica de entre 5.5 a 11 mg/dL. En esta fase comienzan a aparecer síntomas urémicos, como, fatiga, náuseas, vómito, pérdida del apetito, acidosis metabólica y poliuria.
La última de las fases es la uremia, donde todas las consecuencias de la toxicidad urémica son evidentes en el paciente. El aclaramiento de la creatinina es menor de 10 mL/minuto. Aparecen síntomas en múltiples órganos, como pericarditis, neuropatía, problemas digestivos, resistencia a la glucosa, dislipidemia, calcificación de los tejidos blandos y trastornos hemorrágicos.
La enfermedad renal crónica de etiología no determinada (ERCEND) es una forma avanzada de la ERC. La ERCEND es una enfermedad que representa un deterioro progresivo del riñón en ausencia de factores de riesgo de ERC como hipertensión, diabetes y glomerulonefritis (Priyadarshani, Namor, & Silva, 2022).
Esta enfermedad ataca a los humanos en la edad reproductiva (Priyadarshani, Namor, & Silva, 2022), a partir de la segunda década de la vida; principalmente se ha reportado en trabajadores jóvenes o de mediana edad de zonas agrícolas tropicales pobres, más frecuentemente en hombres que en mujeres. La ERCE ND se descubrió por primera vez en los países balcánicos en la década de 1960 y luego, en América Central; se identificó por primera vez en Sri Lanka.
Algunos de los síntomas que se pueden experimentar cuando los riñones empiezan a fallar, son: picazón en la piel, calambres musculares, fatiga, vómito, pérdida del apetito normal, hinchazón de las manos, piernas o tobillos, orinar más o menos de los normal, dificultad para respirar, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido y dolor en la parte baja de la espalda.
Los criterios de diagnóstico son presencia de los denominados marcadores de daño y, o reducción de la TFG por debajo de 60 mL/min/1.73m² durante al menos tres meses.
TFG ≤60mL/min/1.73m² con o sin daño renal por más de 3 meses: se utilizan fórmulas de estimación de la TFG (MDR, CKD-EPI)
Daño renal, con o sin disminución de la TFG, durante más de 3 meses: albuminuria elevada, alteraciones en el sedimento renal, trastornos electrolíticos u otros de origen tubular, alteraciones estructurales histológicas, trastornos estructurales en pruebas de imagen y trasplante renal.
Por lo que, es de suma importancia realizar estudios de sangre y orina al menos una vez al año.
Al inicio de la enfermedad, los síntomas pueden confundirse con otros trastornos, pero abarcan:
Pérdida de peso sin razón aparente.
Fatiga.
Malestar general.
Dolor de cabeza.
Náuseas.
Cuando la enfermedad renal crónica se encuentra en etapas más avanzadas, se denomina insuficiencia renal crónica y es posible que sea necesario llevar a cabo diálisis, hemodiálisis o trasplante de riñón.
Acudir al médico y realizar los estudios pertinentes
Para prevenir esta enfermedad se deben llevar a cabo hábitos saludables: mantener una dieta baja en sodio y grasa, evitar el consumo de alcohol y tabaco, realizar actividad física diariamente y realizar un chequeo médico regular.
El objetivo de la diálisis es eliminar las sustancias tóxicas y el exceso de líquido del organismo, que normalmente serían eliminados por los riñones.
Fuentes
Osuna, I. A. (2016). Proceso de cuidado nutricional en la enfermedad renal crónica. Manual para el profesional de la nutrición. México: El manual moderno. 5-8.
Sellarés, V. L., & Rodríguez, D. L. (2018) Nutrición en la Enfermedad Renal Crónica. Nefrología al día. Nutrición e hidratación. Citado 28 de febrero del 2023. Disponible en: https://www.nefrologiaaldia.org/es-articulo-nutricion-enfermedad-renal-cronica-220
Priyadarshani, W.V.D., de Namor, A.F.D., & Silva, S.R.P. (2022). Rising of a global silent killer: critical analysis of chronic kidney disease of uncertain aetiology (CKDu) worldwide and mitigation steps. Environmental Geochemistry and Health. Doi:10.1007/s10653-022-01373-y
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000471.htm
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